lunes, 27 de abril de 2015

Nomófobos en busca de autonomía.

La generación del nomófobo muere sin energía


La mayoría de la población, nomófobos a parte, nos hemos quedado sin batería en nuestro smartphone en numerosas ocasiones, maldiciendo la escasa duración de ésta con frecuencia. ¿A quien no le ha dejado tirado su Smartphone en el momento más inoportuno? ¿Quién no ha mendigado en más de una ocasión un enchufe en algún lugar público porque su batería pedía auxilio? Del mismo modo, ¿Quién no ha hecho de su cargador de móvil su segundo mejor amigo en el bolso o mochila al salir de casa por la mañana, previendo los problemas de autonomía de su herramienta?

 Y es que en el avance tecnológico que han sufrido nuestros fieles compañeros los smartphones el aspecto de la batería parece haberse quedado rezagado. Cada año las marcas anuncian nuevos progresos en cuanto a procesadores, memorias, pantallas o software, sin embargo, el tema de la autonomía parece no seguir el ritmo del resto de componentes. En este aspecto, tiene lugar una constante guerra entre fabricantes por conseguir por un lado incorporar la mayor batería posible en cuanto a capacidad en miliamperios, teniendo en cuenta las comedidas dimensiones de los dispositivos, sobre todo en cuanto a grosor se refiere. Y por otro el desarrollo de sistemas de optimización de energía que permitan a los dispositivos aprovechar al máximo los recursos de sus baterías.

De este modo, quiero tratar en este post un tema que personalmente me parece ha adquirido gran importancia siendo uno de los aspectos clave a la hora de adquirir un smartphone, su autonomía.  ¿Qué mejor manera de evitar esa “angustia nomofoba” que aparece cuando la batería de tu smartphone deja de latir?

Para ello me gustaría compartir uno de los benchmark más populares en internet como son los de phonearena. Analizando dicha comparativa podemos ver como dejando a un lado las tabletas, 7 son los smartphones que superan las 10 horas de pantalla con una simulación de uso real. Debemos tener en cuenta que sólo los realmente nomófobos podrán tener problemas para llegar al final del día con 10 horas de pantalla de un uso real ininterrumpido (allá cada uno con lo que duerme).
Estos son los 7 dispositivos que según este benchmark superan la citada cifra:

Por otro lado, otro aspecto a tener en cuenta relacionado con la autonomía y que también nos facilitan mediante este benchmark es el del tiempo de carga.  Si bien es cierto, un alto porcentaje de usuarios acostumbra a cargar durante la noche sus dispositivos, este atributo adquiere gran relevancia cuando nuestra batería desfallece durante nuestra jornada. De este modo poder cargar al completo tu dispositivo en tan solo 73 minutos como es el caso del líder de esta categoría facilita mucho las cosas.
Estos son los 7 dispositivos que podemos cargar completamente si disponemos de máximo una hora y media de carga:

A continuación dejo el enlace donde podéis conocer todos los resultados de la comparativa de este factor que para muchos de nosotros es determinante a la hora de plantearnos la adquisición de un nuevo terminal. 

domingo, 26 de abril de 2015

Nomófobos, la nueva generación.


Hoy en día podemos decir que los seres humanos somos vasallos de la tecnología, el extraordinario avance de los últimos años ha provocado que estemos dominados por ella. En pleno siglo XXI nuestro nivel calidad de vida no deja de crecer al ritmo que avanza la tecnología. Por lo tanto  ¿Está nuestra calidad de vida supeditada a la tecnología? Rotundamente, sí. Y como por el momento no parece que vaya a cambiar en absoluto esta realidad, vamos a intentar hacer más fácil nuestra “convivencia tecnológica”.

La mayoría de la gente no sabe lo que significa el término Nomofobia, y en la actualidad un porcentaje altísimo de las poblaciones desarrolladas lo sufre. La Nomofobia ha sido catalogada como una de las “enfermedades del siglo XXI”, y su nombre proviene de la expresión anglosajona "no-mobile-phone phobia". Se trata de una fobia que define el miedo irracional a no disponer del teléfono móvil en cualquier momento, a sentirse desconectado o desinformado de todo lo que ocurre a nuestro alrededor.

En el estudio de este trastorno, se ha hecho muy famoso el experimento realizado por el Centro Internacional para Medios de Comunicación y Asuntos Públicos en colaboración con la Academia de Salzburgo sobre Medios de Comunicación y Cambio Global. En él se trató con 1000 estudiantes de 10 países de los 5 continentes que fueron “desconectados” de los medios de comunicación durante 24 horas.

Algunas de las conclusiones del estudio fueron:
  • ·         Un gran porcentaje de los estudiantes fracasó en su intento por estar desconectado.
  • ·         Aparición de síntomas como ansiedad, obsesión e incluso depresión.
  • ·         Los estudiantes admitieron que sus teléfonos móviles se habían convertido, literalmente, en parte de sí mismos.
  • ·         Admitieron además que estar ligado a la tecnología es esencial a la hora de construir su vida social y crear amistades.
  • ·         Muchos coincidieron en haber sufrido una sensación de soledad.
  • ·         Gran parte de los estudiantes no supieron en algún momento como ocupar su tiempo libre sin medios de comunicación.
  • ·         Los teléfonos móviles son la principal forma que tienen los estudiantes para manejar sus vidas, formando el núcleo de su actividad social.
Aquí se puede conocer a fondo todo sobre este estudio:

Sin embargo, dejando al lado los "dramatismos", todos sabemos lo importante que es la tecnología y concretamente los smartphones para nuestro desempeño, ya sea laboral o social. Por lo que con este blog queremos dar una vuelta a las trágicas consecuencias de la nomofobia, para lo que intentaremos no separarnos de nuestro fiel compañero de 5 pulgadas.